¿Has tenido dolor alguna vez? Cuando acudes a una sesión de fisioterapia, lo más seguro es que tu principal objetivo sea reducir o eliminar ese dolor que padeces, y en un segundo lugar, conocer cual es la causa de dicho dolor.
En toda patología, existen situaciones que indican que tu dolor puede ser grave, teniendo que tener especial cuidado con descartar patología grave durante la valoración, y derivar a otro profesional si fuera el caso necesario.
Algunos ejemplos de sospecha de estas banderas rojas que nos harán tener un mayor cuidado pueden ser: dolor nocturno que te despierta a mitad de noche sin causa justificada o una pérdida de peso sin razón aparente.
Por otro lado, hay aspectos o situaciones que indican un buen pronóstico, y es el caso que vamos a mencionar ahora.
La modificación de síntomas. ¿A qué nos referimos?
Nos referimos a cambiar el dolor que reconoce el paciente como suyo, el dolor por el que viene. Tras realizar “X” tratamiento, podemos hacer que disminuya en intensidad, en territorio, o simplemente que cambie las características con las que el paciente reconoce su dolor. Ya sea a través de terapia manual, movilizaciones, punción seca, vendajes, electroestimulación, corrección del movimiento, ejercicio, o simplemente disminución de las cargas gracias a cambios biomecánicos.
Ejemplos de modificación de síntomas en fisioterapia
Os ponemos un ejemplo práctico que hemos tenido esta semana. Dolor en el quinto metatarsiano, sobre todo al andar o apoyar peso en esa zona. Después de descartar una fractura tras las pruebas de valoración, nos hemos encontrado como realizando una ligera pronación del pie (llevándolo hacia dentro), su sintomatología disminuía.
Debido a esto, realizamos un vendaje con “tape” que producía esta ligera modificación en la biomecánica del pie de nuestro paciente, reduciendo las cargas que soporta esa zona del quinto metatarsiano en su vida diaria, mejorando su funcionalidad y calidad de vida. Además, cubrimos este vendaje con kinesiotape para que dicho vendaje fuera más duradero.
“¿Entonces tendremos que utilizar este vendaje mucho tiempo?” La respuesta es No, este vendaje sirve para modificar la sintomatología del paciente durante la fase aguda en donde los tejidos se están recuperando, pero esta modificación del pie no es una medida que queramos utilizar durante mucho tiempo. Cuando el paciente se encuentre mejor de su dolor, podrá apoyar el pie y no necesitará de un vendaje que le corrija la posición del mismo.
Gracias a una correcta historia clínica y valoración, vimos cómo podíamos modificar los síntomas de este paciente, consiguiendo una rehabilitación más eficiente, reduciendo su dolor sin interrumpir los procesos de recuperación de su propio tejido.
De esta forma conseguimos una mejora a corto plazo de la sintomatología del paciente, consiguiendo un mayor progreso en el largo plazo, reduciendo el dolor durante el proceso de recuperación.
Hemos utilizado un ejemplo cualquiera, pero habría una gran infinidad de técnicas o tratamientos que consiguen esta modificación de síntomas.
¿Tienes algún dolor? No dudes en acudir a un fisioterapeuta que te valore y trate correctamente.